Para iniciar el autoexamen mamario debes ubicarte frente a un espejo, luego colocas ambas manos detrás de la cabeza y eleva tus codos, observa en ambos senos si existen cambios en su forma, tamaño, posición del pezón, bultos o masas visibles, hundimientos, cambios en la textura y coloración de la piel. Es recomendable que los siguientes pasos los realices estando acostada.
Comienza con la mama derecha, para examinarla, coloca tu mano derecha detrás de la cabeza elevando el codo.
Con tu mano izquierda y usando las yemas de tus dedos índice, medio y anular, presiona suavemente con movimientos circulares, puedes comenzar desde el pezón hacia la periferia dando vuelta a toda la mama. Palpa toda la superficie prestando atención en cambios de textura, presencias de masas o dolor.
Examina el pezón presionándolo suavemente entre los dedos pulgar e índice y observa si hay salida de secreción o sangre.
La exploración de la axila es realizada con las yemas de los dedos y presionando suavemente con movimientos circulares en toda su superficie determinando si existe alguna masa palpable.
La mama izquierda la examinas repitiendo los pasos anteriores.
Descarga la versión para imprimir y colócala en un lugar siempre visible como recordatorio